lunes, 2 de junio de 2008

EL EXPANCIONISMO NORTEAMERICANO EN LA HISTORIA DE MEXICO

Anexiòn de Texas y la Mesilla
por Daniel Barrientos

INTRODUCCION
El presente trabajo pretende comentar el proceso histórico que vivió México y Sonora, durante el período más intenso de la fuerza expansionista norteamericana, que llevó a la nación y al Estado a perder parte de sus territorios. Para dichos efectos estableceremos las características principales de este expansionismo, describiremos a grandes rasgos la situación que vivía el país, comentaremos algunos aspectos de la guerra de intervención y su resolución en el tratado de Guadalupe-Hidalgo y posteriormente analizaremos la situación que vivía Sonora en estos tiempos y la atracción que ejercía hacia grupos extranjeros, así como las motivaciones que llevó a los E.U. y al Gobierno Mexicano para realizar la compraventa del territorio de la mesilla.
Para la realización de este pequeño ensayo se tomó como base las lecturas de algunas obras de la historiografía que hay sobre este tema.
EL DESTINO MANIFIESTO Y LAS DOCTRINAS DE DOMINACION
" Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad" afirmaba en 1828 el general Simón Bolívar, en su célebre Carta de Guayaquil. Expresaba su preocupación por el expansionismo norteamericano que prácticamente se había consolidado a expensas de los países de América Latina y del Caribe se habían convertido en el primer objetivo económico--político de la clase dominante de los Estados Unidos. Este proceso que comenzó desde el 14 de Julio de 1776, fecha en la cual las colonias inglesas, alcanzaron su independencia.
Cuando los Estados Unidos nacieron a la vida independiente, tenían una extensión inferior al medio millón de kilómetros cuadrados y una población de dos millones y medio de habitantes. Setenta años después eran dueños de un territorio doce veces mayor que el original, que se extendía horizontalmente desde el Océano Atlántico hasta el Océano Pacífico, y verticalmente desde los Grandes Lagos y las tierras altas de Oregón hasta casi el corazón del Mar Caribe. Su población compuesta mayoritariamente de inmigrantes, superaba ya los veinte millones de habitantes. (1)
Esa expansión fue posible por la aplicación de políticas de exterminio y genocidio de las naciones indígenas a las que despojaron de sus territorios y las condenaron a meras formas de supervivencia en las famosas "reservaciones". En las guerras de conquista murieron unos diez millones de "indios salvajes" que conformaban las tribus seminolas, criks, iroqueses, cherokees, delawares, onondangas, panis, texas, apaches, siux y otras; pero también asesinaron a unos doscientos mil mexicanos en tanto que miles fueron expulsados de sus territorios y poblados de California, Texas, Nuevo México, Laredo, Carolina. Como resultado de la agresión, los Estados Unidos arrebataron a México de una tercera parte de su territorio. "Gracias a esa política de expansión, los Estados Unidos se convirtieron en una potencia continental y adquirieron los recursos necesarios para convertirse en potencia mundial." (2)
La doctrina de dominación fue expuesta inicialmente por Thomas Jefferson, autor de la Declaración de la Independencia y futuro presidente. En 1786," Nuestra Confederación debe contemplar como su madriguera a toda América; el Norte y el Sur deben ser poblados por nosotros. Sin embargo, para tomar la presa actualmente en poder de los españoles debemos obrar con cautela. Aquellos países pueden estar en mejores manos. No temo por ellos: nuestro pueblo avanzará con suficiencia y ganará pieza por pieza". (3). En 1809, inauguraba su política exterior al declarar: "Nuestra máxima primera y fundamental debiera ser la de jaí como las tierras cuyas aguas desembocan el Golfo, asegurarían completamente nuestra seguridad colonial". De esta manera se delineó el "derecho a la expansión". (4)
La Doctrina Moneo que se constituyó en la primera doctrina de neocolonización del subcontinente al proclamar que "América era para los Americanos"; lo que significa que los yanquis tendrían derecho a imponerse hegemónicamente en Latinoamérica. La doctrina Monroe inicialmente estuvo dirigida a prevenir a las naciones europeas para que cesen sus planes agresivos y proyectos armados en contra del Hemisferio Occidental, pero muy pronto esa doctrina sirvió para violentar la soberanía e independencia de las nacientes repúblicas latinoamericanas.
LAS DEBILIDADES DE LA JOVEN REPUBLICA MEXICANA
Desde que inicia la revolución de independencia 1810, el país ha vivido todo un período de inestabilidad y desorden político y administrativo. Si tomamos en cuenta que la independencia de México se consuma en 1821, para 1835 año en que Texas proclama su independencia, la nación tenia 14 años de convulsionada vida independiente. No existía una verdadera nación, el país se debatía entre los jaloneos de los diferentes grupos políticos regionales, que no estaban dispuestos a sacrificar sus cuotas de poder, para crear un fuerte gobierno republicano. La prolongada disputa por el poder mantenía al país en una profunda crisis económica y política.
El país independiente había pasado de ser una monarquía a una república federada después a una república centralista y regresaba de nueva cuenta al federalismo, se encontraba en plena bancarrota, no se había logrado establecer un sistema fiscal eficiente, tanto por la incapacidad administrativa, como por el obstáculo de la soberanía estatal. La hacienda pública se encontraba endeudada y sin capacidad para pagar, el momento de hacer frente al los E.U. el estado financiero del país era verdaderamente lastimoso. Al concluir la guerra sé vio que parte del fracaso de México se debía a la falta de recursos, todos los gobiernos nacionales habían fracasado en su labor hacendaría, debido a una serie e obstáculos: los conflictos sociales, la falta de comunicaciones efectivas, el lastre de una deuda inicial y la necesidad de aumentarla debido a las constantes necesidades de defensa, la interpretación de la soberanía estatal, la carencia de verdaderos servidores públicos, la constante fugas de capital.5.
Un gobierno federal débil sin autoridad ante los estados, sin dinero ni crédito recurriendo siempre a la iglesia como fuente de recursos. Un ejercito desorganizado, hambriento y sin sueldos, que no servía para imponer la autoridad de un gobierno nacional ni para defender al país. Esta era la situación general del México que enfrentaría a la a expansión norteamericana.
LA ANEXION DE TEXAS
El problema de Texas y la invasión norteamericana parecen vistas a la distancia, inevitables.
España había cedido la Luisiana a Francia en el Tratado Adams-Onis en 1819, quien después se la vendió a E.U. España permite establecerse en Texas a Moisés Austin y a 300 familias que salen de Luisiana en 1821. Casi al tiempo de recibirse la concesión Nueva España se declara independiente de España y Austin viaja a la Ciudad de México para conseguir la ratificación del Imperio Mexicano, la cual es concedida pidiéndose como limitación que la colonización sea únicamente por inmigrantes católicos. Con el establecimiento de la república, la colonización quedó en manos de las autoridades estatales y la limitación que exigía la religión católica se violó desde un principio.6e
Existía en México preocupación por la situación de Texas la cual se acentuó cuando E.U. expresó su deseo de comprar a través de sus ministros Poinsett y Buttler. El desenlace pareció anunciarse en 1826 cuando Hayden Eduards, proclamó la república de Fredonia. Esteban Austin se comportó como leal súbdito y ayudó a imponer el orden.
El decreto de Guerrero que abolió la esclavitud en 1829 sacudió a la Sociedad Texana, pues casi todos tenían esclavos. El gobierno cedió y permitió que conservaran los que ya tenían pero prohibió la entrada de mas esclavos. Mier y Teran en un informe planteaba una situación casi perdida, una aplastante mayoría anglosajona habían enajenado de hecho esa región del resto del país y aconsejaba que se establecieran presidios y aduanas y hacer esfuerzos para colonizar con mexicanos y europeos para equilibrar la situación. Se enviaron solicitudes por Alaman y Mier a los gobernadores pidiendo el envío de familias a las que el gobierno ayudaría establecerse en Texas, pero no hubo respuesta. En 1830 la federación retoma la administración de la colonización y prohibe la entrada de nuevos colonos norteamericanos, se intenta apoyar la ocupación militar con 2965 hombres de las milicias de los estados contiguos, pero estos se negaron a cooperar argumentando que estas estaban destinadas a actuar dentro de las fronteras de su territorio o que no podían sostenerlas.
En 1832 de 24,700 habitantes solo 3,400 eran mexicanos.7
A fines de este año se convoca a la convención de San Felipe, sin los mexicanos, se elabora una lista de peticiones que incluía el cierre de aduanas, tres años mas libres de impuestos, títulos de propiedad para l os que no tenían permiso, así como la formación del estado de Texas. Hay quienes afirman que en este entonces muchos estaban en contra de la anexión a E.U. por su política poco liberal en cuanto a las tierras. En 1833 la segunda convención de San Felipe, redacta la constitución del Estado de Texas y manda a Austin a México, este al ver fracasada su misión decide promover la formación de los ayuntamientos y es detenido en Saltillo y liberado en 1834 por Santa Ana.
En 1935 se edita una ley que prohibía la venta de tierras para evitar la especulación, esto calienta las cosas en Texas, Travis toma el presidio de Anahuac y se erige como gobernador, aparece la figura de Samuel Houston promoviendo el antimexicanismo, al sustentarse el federalismo en México los colonos declararon la separación mientras no estuviera vigente la constitución de 1824. En diciembre de 1935 tras algunas derrotas la causa parecía perdida para los Texanos que en 1936 realizan la convención en Washington donde declaran la independencia y eligen presidente a Burnett y vicepresidente a Zavala. Santa Ana parte con 6000 hombres, sin experiencia y sin dinero, con mucha suerte triunfa en el Alamo y tras un descuido en San Jacinto es tomado prisionero y firma los tratados de Velasco y ordena retirarse a los mexicanos. Santa Ana fue llevado a Washington y vuelve al país en 1837 entre el repudio de toda la población.
"Sam Houston ofrece tierra a 4 centavos el acre. Los batallones de voluntarios norteamericanos afluyen por todos los caminos y vienen buques cargados de armas desde Nueva York y Nueva Orleans.
El cometa había anunciado calamidad sobre los cielos de México. Para nadie fue noticia, por que México vive en estado de perpetua calamidad desde que los asesinos de Hidalgo y Morelos declararon la independencia para quedarse con ella.
Poco dura la guerra. El general Mexicano Santa Ana llega tocando a degüello, degüella y fusila en el Alamo, pero en San Jacinto pierde 400 hombres en un cuarto de hora. Santa Ana entrega Texas a cambio de su vida y se vuelve a México acompañado de un ejercito vencido, su cocinero privado, su espada de 7 mil dólares sus infinitas condecoraciones y su vagón de gallos de riña.
El general Houston celebra su triunfo consagrándose presidente de Texas. La constitución de Texas asegura al amo derecho perpetuo sobre sus esclavos, por tratarse de propiedades legítimamente adquiridas, extender el área de la libertad, había sido el lema de las tropas victoriosas."8
LA INTERVENCION
Al primer mordisco México perdió Texas.
E.U. se anexó Texas en 1845 e inmediatamente pretendió comprar California, al fracasar las negociaciones con México ocupa en enero de 1846 el terreno entre el Río Nueces y el Bravo para provocar la guerra, la cual es discutida por el congreso y emite la declaratoria en mayo de 1846 y solo después de que Taylor ocupa matamoros y empieza internarse al país, el gobierno mexicano declara la guerra en julio del mismo año.
En México la población vio con júbilo la guerra, pensando en la posibilidad de vengar todos los agravios recibidos, pero no fue posible organizar la defensa se carecía de un verdadero ejercito, de armas y de dinero. El país había vuelto al federalismo la mayoría de los estados procuraron su propia defensa olvidándose que constituían parte de una nación.
"El Gral. Santa Ana sabio en retiradas huye hacia el sur, dejando un reguero de espadas y cadáveres en las zanjas. De derrota en derrota retrocede su ejército de soldados sangrantes, malcomidos, jamás pagados y junto a ellos los antiguos cañones arrastrados por mulas y tras ellos la caravana de mujeres que cargan en canasta hijos harapos y tortillas. Él ejercito del general Santa Ana con más oficiales que soldados, solo es eficaz para matar compatriotas pobres.
En el castillo de Chapultepec, los cadetes mexicanos casi niños no se rinden resisten el bombardeo con una determinación que no viene de la esperanza sobre sus cuerpos se desploman las piedras. Entre las piedras los vencedores clavan la bandera de las barras y las estrellas que se eleva desde el humo sobre el vasto valle.
Los conquistadores entran en la capital, la Ciudad de México: 8 ingenieros, 2000 frailes, 2500 abogados, 20,000 mendigos, el pueblo encogido, gruñe. Desde las azoteas, llueven piedras."9
EL TRATADO DE GUADALUPE HIDALGO Y LA ANEXION DE LA MESILLA
La negociación del tratado que puso fin a la guerra de intervención tuvo para el país una salida venturosa para su existencia como nación, pues crecía en los E.U. un movimiento para absorber todo México. Para algunos autores "solo un milagro hizo que Polk se decidiese a presentar a sus conciudadanos un agente sin facultades había realizado" 10. El tratado aunque rechazado por la opinión pública de E.U. fue ratificado sorprendentemente por el senado.
Los mexicanos lograron la cesión de sonora Chihuahua y Baja California y 15 millones de pesos. Pero tuvieron que aceptar el Río Bravo como frontera perdiendo Nuevo México y la Alta California, además afectó los Estados de Tamaulipas, Sonora y el Territorio de la Baja California.
Pero los problemas no acabaron aquí. La indecisión de los documentos y de los informes que fueron base para establecer la línea divisoria permitió una nueva pérdida de territorio mexicano, ahora se trató del Valle de la Mesilla.
En esta ocasión algo que influye de manera determinante fue el descubrimiento de oro en California en 1848 y la necesidad de encontrar un terreno ideal para la vía férrea transcontinental.
Las autoridades y los pobladores norteamericanos de Nuevo México invadieron las tierras al sur del Gila, para forzar su cesión o cuando menos motivar un conflicto que permitiera otra guerra. El gobernador de Chihuahua trasladó a las milicias cívicas del Estado y el gobierno central envió algunos contingentes de apoyo, mientras que E.U. concentraba mas tropas y enviaba a Jame Gaden, para negociar la adquisición del territorio directamente con Santa Ana. El mismo expresó "para mi gobierno no cabe desistimiento alguno en la cuestión que nos ocupa trazado el camino de hierro de Nueva York a la Alta California a de llevarse a cabo por la Mesilla por que no hay otro posible, el advenimiento del gobierno mexicano será indemnizado espléndidamente"11
En esta ocasión Santa Ana tomó el asunto como una simple operación de compraventa, en un principio solicitó 50 millones de pesos, Gaden ofreció 20 millones, diez aprobado el trato y 10 a un año cumplido, Sana Ana lo aceptó pero no lo aceptaron en Washington en donde les pareció mucho dinero por el Valle de la Mesilla. Finalmente se aprobó pagar 10 millones de pesos, Santa Ana se consideró satisfecho de lo conseguido "por un pedazo de tierra inculto" comparando lo que dieron por la mitad del territorio nacional" 12
CITAS
(1) Nuñez, Jorge. La guerra interminable. Ed CEDEP. Pág. 11
(2) Ibídem pág. 11
(3) Ibídem pág. 13
(4) Ibídem pág. 15
(5) Vázquez, Josefina Soraida. Historia General de México. Tomo II. El Colegio de México
(6) Ibídem
(7) Ibídem.
(8) Galeno, Eduardo. Memoria del fuego Tomo II. Ed. Siglo XXI México 1995. Pág. 179
(9) Ibídem 195 y196
(10) Sepulveda, Cesar. "Antecedentes inmediatos a la venta de la Mesilla" en Sonora. Textos de su historia. Tomo II Ed. Instituto Mora. México 1989. Pág. 68.
(11) López de Santa Ana, Antonio. Culminación de la venta de la mesilla" en Sonora. Textos de su historia Tomo II. Ed. Instituto Mora. México 1989. Pág. 76
(12) Ibídem pág. 77